A veces hay amores llenos de espinas que nos dejan el corazón lastimado y nos obligan a tomar distancia para buscar un refugio y curarnos las heridas. Crecer también es saber retroceder a tiempo y decirle no a lo que nos puede hacer mal. En algunos casos renunciar no es cobardía, sino sabiduría de vida.
Ya llegará el momento de entregarse plenamente al amor...
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Todas las palabras nos llegan al alma, pero prefiero recordar aquellas que hacen caricias.
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